miércoles, 14 de marzo de 2012

La inspiración

El cursor parecía estar burlándose de mí. Una raya negra, parpadeante, que esperaba impacientemente a que comenzase a escribir.

"-¿No vas a empezar nunca?"-parecía estar diciéndome-"¿Es que no eres capaz de tener ninguna idea?"

¿Por qué no se me ocurría ninguna idea? Me planteé el rendirme y hacer otra cosa pero recordé que había leído en alguna parte que tenía que dejar que "las musas me pillasen trabajando", o algo así. No lo recordaba muy bien peo la idea era que tenía que intentar que me viniese la inspiración escribiendo, cosa que no parecía funcionar.

Miré a mi alrededor buscando algo que me inspirase. Nada. No sé que e inspiró menos, la mesa, el armario o la silla. Ninguna de las cosas de la habitación me dio ninguna idea.

Me pregunté donde estaban todas esas historias que solían estar en mi mente todo el rato, si existía algún rincón de mi cerebro en el que se escondían para que no pudiese escribirlas.

De repente, una idea apareció en mi mente. El cursor se comenzó a desplazar mientras letras aparecían en la pantalla. Una línea. La releí. La borré, y la volví a escribir de forma distinta. Tampoco. Volví a borrarla. Escribí una palabra para volver a intentar empezar y otra idea apareció en mi mente, Y otra más.

Lancé un suspiro de pura frustración. ¿Y ahora cuál escribía? Borré la palabra que había logrado escribir. Volvía a estar como al principio, o incluso peor, porque ahora tenía demasiadas ideas.

¿Las escribía todas?¿Y con cuál empezaba? Suspiré otra vez, todavía me quedaba un buen rato de indecisión.

1 comentario:

  1. ¡Vaya! Creo que describes perfectamente el momento de frustración en el que la inspiración parece haber decidido evaporarse. ¡Y lo describes perfectamente! Creo que escribes genial, felicidades :)

    ¡Muchos besitos de café ♥!

    Mocca

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